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miércoles, diciembre 20, 2006

Un juguete de la infancia

Estaba leyendo el diario tirado en mi hamaca, que ya se ha convertido en mi lugar favorito de la casa, cuando una imagen me cruzó la mente. Una bicicleta roja. No cualquier bicicleta, mi bicicleta.

"Este es un recuerdo que pertenece a mi infancia en Sankt Peterburg", me dije. Mi abuelo me regaló aquella bicicleta, es más, él mismo la pintó; así se ganaba la vida, arreglando cosas, pintando verjas, engrasando motores. Yo solía mirarlo desde la ventana cuando salía de su taller a pintar las cosas, observaba como martillaba y aserruchaba sus creaciones, pegado al cristal, con mi respiración empañándolo todo; mi abuela a veces me llevaba un poco de leche para que me calentara, mientras yo embelesado observaba como atrapado en un hechizo sin fin. Cuantas veces no miré con envidia y celos como mi abuelo le arreglaba las bicicletas a otros chicos que sí tenían, pero que iba a hacer yo con una, cuando apenas y podía alcanzar los pedales, eran escasas las bicicletas para niños, sólo las habían de adultos y era todo un lujo si es que el asiento se podía acomodar. Nada lujoso y de aluminio como ahora.

Entonces, un día, con cuasi-horror vi que mi abuelo sacaba la pintura roja del taller. Allí, en medio del patio, una bicicleta pequeña le esperaba, con el asiento descubierto y las ruedas desnudas. Pasó toda la noche pintando y cuidando hasta el último detalle. Mi abuela me dijo que probablemente era para algún funcionario del ejército y por eso se esmeraba tanto.

Aquella noche no dormí nada, pensando en lo afortunado que era el chico que pronto sería dueño de tan fantástico tesoro, de vez en cuando me levantaba en puntillas a ver si aún había luz en el taller y cada vez que me levantaba corroboraba con un poco de pena que las cenizas seguían saliendo por la chimenea. Por las rendijas del las paredes se escapaba la luz y de vez en cuando todo se cubría de sombras. Era mi abuelo que se paseaba haciendo Dios sabe qué. Ya entrada la madrugada mi abuela me fue a buscar a la ventana, yo tiritaba de frío, descalzo y liviano de ropa, congelado en un mundo de imposibilidades, me llevó a la cama con ella y me sirvió una taza de té humeante. Al rato, el cansancio y el frío me durmieron.

Por la mañana, cuando el sol ya despuntaba con sus rayos débiles e incapaces de calentar la tierra en la que vivíamos, mi abuelo me fue a buscar a la habitación. Y dijo "Muchacho, ponte esas botas y agarra esa bufanda, me vas a acompañar al mercado". Ir al mercado siempre era entretenido, una calle entera llena de sonidos, olores y colores a los que no estaba acostumbrado, allí se vendía de todo, desde pollos desplumados hasta tornillos, pasando por manijas de puertas, bujías, radiadores, fruta, vegetales y ropa. Nosotros íbamos en busca de una cadena para bicicleta. Pasamos lo que me parecieron horas, escarbando entre repuestos viejos y oxidados, de un puesto a otro, mi abuelo siempre inconforme con lo que le estaban ofreciendo o con el precio, cuando dimos con la cadena que mi abuelo necesitaba aprovechamos de comprarle una chaqueta nueva a la abuela y una gorra para mi. La chaqueta de mi abuela se la había comido el uso hace poco y mi antigua gorra se la había llevado el río el invierno recién pasado.

Ya en casa, almorzamos, ayudé a mi abuela a recoger la mesa y la vi, un destello rojo en el patio, entre las hortalizas, miré a mi abuela como diciendo "¿Qué pasa?" y ella me dijo "Anda a ver".

La bicicleta era mía.

No creo haber vuelto a sentir ese tipo de felicidad otra vez. A veces, por lo general al rededor de estas fiestas, me pregunto qué habría sido de mi si me hubiese podido quedar con mis abuelos, que hubiese sucedido si ellos no hubiesen muerto aquella noche, pero la respuesta es incierta. ¿Qué sería de mi? Probablemente lo mismo o quizás estaría trabajando en la dacha los veranos y arreglando cosas en el invierno. No lo sé, simplemente no lo sé.

8 comentarios:

Lothar_Daisuke dijo...

Great... what else can I say... Great!!

keep on writing...

Clem (chapter five) onilne.

See ya

Lothar_Daisuke

Narkito dijo...

Estimado:

¿Me comentó porque en verdad te gustó el capítulo o porque quería avisar de su chap 5? o.Ó? ah?

Cariños.

Lothar_Daisuke dijo...

¬¬ es pk de verdad me gusto...

sé que de cuaker modo = ibas a llegar al chapter 5 de clem...

explica algo de la infancia de segei, lo que justifica de cierta manera que sea un "chico rudo" solo por fuera.

por eso me gusto tanto


See ya

Keep on writing

Dere dijo...

jaja
mi propio marcador de pagina cibernetico! =)

avance rapido
no me di cuenta y ya lei 5 capitulos :O!!
te dije k me kede pegaa y avanzaba como loca XD O_o

yap!
estan Geniales los capitulos!
me gusta y artoo :D!

tu fuiste tramposa! pk me contaste d ke se trataba antes y me dejaste con las ganas d leerlo ^^
aunk me contaste hace arto tiempo!
mas vale tarde k nunca :D
yap
mañana continuo :)
besote!
nos vemos mañana

Narkito dijo...

Mi estimada, primero, gracias por leer, segundo, no soy tramposa, simplemente ocupo técnicas publicitarias extremadamente convincentes.

Cariños.
Narkito.

Dere dijo...

tramposa y persuasiva!
pero igual te kero ^^
jiji

Narkito dijo...

Algún día ocuparé lo que sé y sabré de psicología cuande termine la carrera, para publicidad. Serán comerciales éticamente incorrectos e irresistibles.

=)

Nos vemos en la escuela.

Narkito.

Dere dijo...

siii!!
con esas imagenes k pasan tan rapido k nadie se de cuenta diciendo comprelo ya!! xD